Madrid, 29 ene (EFE).- La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado una red que introducía hachís en la Península desde Marruecos en embarcaciones de recreo en una operación que se ha desarrollado desde marzo del pasado año y en la que han sido detenidas 25 personas y aprehendidos cerca de 7.000 kilos de droga.
Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, en esta operación conjunta, en la que ha colaborado el Servicio de Vigilancia Aduanera de Murcia y Alicante, se han practicado 2 registros y se han intervenido una pistola, un revolver, 3 embarcaciones de recreo y 6 vehículos, entre otros efectos.
La operación se ha desarrollado en varias fases desde marzo del pasado año cuando se detectó un considerable incremento del tráfico de hachís por vía marítima desde Marruecos.
En la primera fase de la operación, se abordó en aguas del norte de la provincia de Alicante un velero con 4.440 kilos de hachís y se detuvo a 6 personas de nacionalidad española.
La segunda fase se llevó a cabo el pasado mes de noviembre en Puerto de Villaricos (Almería), donde se desarticuló otro grupo integrado por 4 españoles y una mujer brasileña, se aprehendieron 1.040 kilos de hachís, dos embarcaciones de recreo, 2 furgonetas y un vehículo todoterreno.
En la tercera fase de la operación, en la que se intervinieron 850 kilos de hachís en el interior de una nave agrícola en Roquetas del Mar (Almería), fueron arrestados 8 españoles, mientras que en el término municipal de Almussafes (Valencia) se procedió a la detención de un hombre de origen magrebí que transportaba en una furgoneta 600 kilos de esa droga de Alicante a Tarragona.
En la última parte de las investigaciones han sido detenidos 2 hombres y 2 mujeres en Totana y Lorca, en la provincia de Murcia, a los que se considera como los principales responsables de la introducción de los 4.440 kilos de hachís en la embarcación que fue abordada en aguas alicantinas en la primera fase de esta operación.
También fue detenida una persona de origen magrebí, que era el enlace entre los narcotraficantes españoles y la organización marroquí propietaria del hachís.
La organización contactaba con narcotraficantes interesados en introducir en la Península cargamentos de hachís procedentes de Marruecos, para lo que les ofrecía sus embarcaciones de recreo.
Estas embarcaciones se situaban a varias millas de la costa donde se encontraban con las embarcaciones semirrígidas que transportan el hachís desde Marruecos, que era transbordado y trasladado a.algún puerto deportivo.
En otras ocasiones también utilizaban barcos pesqueros, en los que aprovechando la jornada de trabajo y simulando realizar su faena de pesca, contactaban con las lanchas que transportaban el hachís, que transbordaban en alta mar.
Una vez en tierra, otra parte del grupo se encargaba de transportar la droga hasta casas o naves agrícolas situadas en parajes aislados. EFE